lunes, 29 de junio de 2009

MARCAS DE CANTEROS EN LA CATEDRAL DE JAÉN

En la entrada anterior comentamos la procedencia de la piedra utilizada para la construccion de la Catedral renacentista de Jaén y el trasporte de la misma hasta la ciudad. Nos centrábamos principalmente en la cantera del Mercadillo, en la entrada de hoy explicaremos la factura del muro gótico, único vestigio edilicio conservado de la segunda Catedral iniciada por el obispo Luis de Osorio (1483-1496) e impulsada posteriormente por el obispo Alonso Suárez de la Fuente del Sauce (1500-1520) sin entrar en los detalles de esta construcción al igual que la moldura que embellece este espacio que describiremos en otro momento.

Este muro está compuesto por seis contrafuertes que configuran cinco espacios que nos indican que interiormente poseía cinco naves el templo, los bloques están trabajados a tizón. A finales del siglo X y principios del XI se inició la costumbre de inscribir en los sillares de piedra de las construcciones curiosas marcas o signos. Estas marcas eran firmas personales de los canteros que, con frecuencia, se utilizaban para determinar el trabajo realizado y, de este modo, poder calcular cuál debía ser la cantidad que debían cobrar. Los signos podían también indicar al albañil cuál debía ser la posición de la piedra en la obra. Además, estas marcas eran el signo de identidad y la marca de honor de cada gremio de canteros. Cada gremio poseía sus conocimientos acerca del arte de la construcción, que guardaba en secreto. Los miembros de estos gremios viajaban de unos lugares a otros, participando en la construcción de diferentes edificaciones en las que dejaban su firma. Cuando un nuevo miembro solicitaba su ingreso en el gremio, una vez aceptado, recibía el signo, su marca de cantero, que debía reproducir en todas las obras en las que participase.

Pero también las marcas en los sillares podían ser símbolos que los templarios dejaban inscritos en sus construcciones como señalan algunos autores, como Juan Eslava Galán, que afirma en una de sus novelas que se trataba de un código secreto templario. La persona capaz de descifrar este código podrá encontrar la famosa "mesa" de Rey Salomón en el subterráneo de la Catedral. Esta última hipótesis corresponde a los esquemas novelísticos de su autor.


fotografías: marcas de canteros y muro gótico en la parte trasera de la Catedral -C/ Valparaíso- (archivo Seturja)

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