lunes, 3 de agosto de 2009

PEDRO MACHUCA, UN ARTISTA PARA LA CATEDRAL

A Pedro Machuca (1485 - 1550) se le considera uno de los primeros representantes del manierismo en España. En lo referente a sus datos biográficos señalar que nació en Toledo y se formó en Italia, donde fue discípulo de Miguel Ángel y pudo conocer a Jacobo Florentino. También mantuvo una estrecha relación con Polidoro Caldara (Polidoro da Caravaggio), pintor de frescos ayudante de Rafael. De regreso a España en 1520, trabajó como pintor en la capilla Real de Granada, así como en Jaén, Toledo y Uclés. Su producción pictórica es muy corta destacando algunas obras conservadas en el Museo del Prado y retablos. Su única pero célebre obra de arquitectura es el palacio de Carlos V, un imponente edificio renacentista encargado por el emperador como residencia en la Alhambra de Granada. A pesar de estas influencias, Machuca no fue un simple seguidor o imitador de Miguel Ángel y otros italianos manieristas. Hay que recordar que regresó a España muy pronto, cuando muchos de los mejores ejemplos del manierismo no se habían erigido todavía, como el Palazzo Tè de Mantua, de Giulio Romano. Este dato revelaría que Machuca tuvo inventiva propia y que supo desarrollar, en España, la nueva estela manierista que empezaba a surgir en Italia.

Junto con Jerónimo Quijano y Andrés de Vandelvira, se presentó como arquitecto para los trabajos de la construcción de la nueva catedral jiennense, que al final fue adjudicada a Vandelvira. No ostante, en la Catedral de Jaén, conservamos tres magníficas obras suyas, que vamos a comentar a continuación:

  1. Retablos: realizó dos obras retablísticas el Retablo de la Consolación y el Retablo de San Pedro de Osma. El primero desapareció en la Guerra Civil española y el segundo se encuentra en la Sala Capitular de la Catedral. Este retablo data de 1546 y según algunos historiadores el retablo pudo proceder de la Capilla Mayor de la antigua Catedral. Posiblemente fue encargado por el Cabildo en 1546, los orígenes de los primeros prebendados y obispos de la Diócesis eran de Soria, de ahí que el titular de este retablo sea San Pedro de Osma . El retablo es simétrico con una mímima estructura arquitectónica, la tabla central representa al santo obispo sedente ataviado con capa brocada y en actitud de bendecir y a su derecha e izquierda aparecen San Pedro y San Pablo. Encima aparece la Virgen de la Piedad sobre gradas con con orantes a sus pies acompañada a ambos lados de San Juan Evangelista y San José. En la predela aparecen tres tableros con los cuatro Padres de la Iglesia latina y el retablo está coronado por un tondo circular que contiene la imagen de la Verónica mostrando el Santo Rostro. Aparecen pequeños medallones o tondos que circundan los bordes que representan a sibilas, profetas...y los autorretratos de Pedro Machuca y su hijo Luís (muy del gusto de los artistas del Renacimiento, al igual que haría Miguel Ángel en la Capilla Sixtina). El retablo presenta gran influencia ítalo-flamenca en su ejecución, maestría técnica en la resolución de las figuras y en el colorido llamativo y un emsamblado y dorado bien trabajado. Otros autores como Gómez Moreno vinculan esta obra a Luis Machuca por la riqueza en el estofado de los paños, aunque posiblemente padre e hijo trabajaran juntos en esta obra.

  2. Sagrada Familia con San Juanito o Virgen de la Cinta (1517-1520), Museo Catedralicio. La hipótesis más fehaciente, según Perera ,es que este cuadro exento fuese una parte del retablo de Nuestra señora de la Consolación. La obra tiene como centro compositivo a la Vigen Maria sedente que envuelve con un paño blanco a su hijo. San Juanito, a la izquierda, contempla la escena apoyando el rostro en el regazo de la Virgen mientras San José en segundo plano y con la mirada baja parece ajeno a los acontecimientos. El fondo es oscuro con un imaginario foco de luz ubicado a la derecha de la composición que permite graduar la luz de derecha a izquierda. La tabla estéticamente conecta con las obras italianas del autor. El esquema piramidal con claroscuro para los personajes va a resaltar el tema principal. La Virgen presenta una belleza clásica y proporcionada, la influencia de Rafael de Urbino está patente al igual que la influencia manierista del mismo Miguel Ángel. La cabeza de la Virgen según Alejandro López Luna presenta grandes similitudes con Cabeza de muchacha, o la Despeinada de Leonardo da Vinci. Frente a la clásicas iconografías del niño Jesús, en esta obra el niño Jesús aparece pintado en un estado próximo al sueño o ensoñación con los ojos entornados y boca entreabierta. San Juanito, que aparece en un lateral se muestra muy atento mientras contempla con curiosidad, cariño y gran interés a la Virgen e hijo y porta en sus manos una manzana. San José anciano aparece, por su parte, en segundo plano, a la derecha de la Virgen, con una enorme barba en tonos ocres y marrones. La figura se aleja del primer plano mediante el color, contrastando poderosamente con los tonos cálidos del resto de la composición.

  3. La Piedad, Museo Catedralicio. Esta tabla configura una composición piramidal en la que la base es el cuerpo del Cristo marcando el vértice de la misma la cabeza de la Virgen. Iconográficamente representa el momento en el que el cuerpo muerto de Cristo es descendido de la cruz y depositado en una sábana en el suelo. La Virgen sobria y con pocos elementos decorativos en la vestimenta contempla afligida el cuerpo inerte de su Hijo. El contraste de color entre lo oscuro del paisaje nocturno y desolado con una calavera en el lado derecho, al igual que la toca blanca de la Virgen refuerzan el patetismo de la escena. La escena se centra en la contemplación silenciosa de la Virgen en la que destacan el humanismo de las figuras al igual que el estudio anatómico de los mismos.


Fotografías tomadas de: Retablo de San pedro de Osma: La Catedral de Jaén, tomo 1 pág. 85; Virgen de la cinta: http://www.foroxerbar.com/viewtopic.php?t=8034 y Piedad: http://club.telepolis.com/segurado/sala7.htm

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