lunes, 20 de julio de 2009

LA VIRGEN DE LAS TIJERAS


En la entrada de hoy, nos ocuparemos de analizar una de las obras artísticas de nuestra Catedral que despierta junto con El Abuelo y el Santo Rostro el mayor fervor devocional. El trascoro de la Catedral de Jaén, fue diseñado en 1733 por José Gallego, dedicándose el mismo a la Sagrada Familia. Aunque este proyecto inicial sufriría algunas modificaciones realizadas por José Bada y otros arquitectos neoclásicos. Centrándonos en la obra pictórica del trascoro, podemos observar que ocupa el vano central de medio punto, representando a la Sagrada Familia obra del pintor Mariano Salvador Maella (1739-1819). Este pintor recibió su primera formación artística de su propio padre, pintor también. Después se desplazó a Madrid donde Felipe de Castro le dio clases inroduciéndolo en la pintura neoclásica. Continuando su formación en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En 1757 su familia, y los tres premios obtenidos en la Academia, le permitieron financiar un viaje a Roma donde reforzó su gusto academicista. Regresó a España en 1765 donde trabajó en la remodelación del Palacio Real de Madrid bajo el amparo de Mengs, del que recibirá una notable influencia.

Será Director General de 1795 a 1798 de la Academia de San Fernando. Los trabajos de retratística real se suceden con otras obras al fresco que debe atender por interés de la Corona como la decoración de las Catedrales de Toledo y de Burgo de Osma. Cuando había llegado a ser Primer Pintor de Cámara en 1799 , se produce la caída de Carlos IV y la llegada de José I. Maella no dudó en servir al monarca francés, acusado de afrancesado, al regreso de Fernando VII fue apartado de la Corte.

La pintura que realiza para nuestra Catedral reproduce el momento en el que San José deposita en brazos de la Virgen María al Niño Jesús y ella extiende los brazos para recogerlo. Junto a la Virgen aparece un ángel que está preparando la cuna, y al lado del Patriarca está San Juanito Bautista con el cordero y una cruz con la leyenda en latín "Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo". De fondo un paisaje emborronado sirve de telón, con un abrimiento de cielo y luz en la parte superior en la que aparece un grupo de ángeles que contemplan la escena. Sobre el cuadro hay una inscripción tomada del Evangelio de San Lucas "Y era obediente a sus padres".

Es una obra que resulta demasiado académica con una gran corrección del dibujo, de tonos pasteles muy suaves que le dan cierta calidez aunque la escena en sí resulta fría por la poca comunicación existente entre los personajes religiosos. Simula profundidad y perspectiva con el trazado del suelo en damero. Popularmente a esta Sagrada Familia, se la conoce con el sobrenombre de "La Virgen de las tijeras" porque en el ángulo inferior izquierdo aparece un costurero con hilo, dedal, aguja y unas tijeras y cuenta la tradición que el devoto que las hallara las tijeras pedirá un deseo y la Virgen se lo concederá. El boceto de Salvador Maella para esta obra podemos encontrarlo en la colección particular del pintor y restaurador Jacinto Linares Talavera.

fotografías: archivo Seturja

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