Hombre de gran cultura, conocía los tratados más famosos de la época, y los puso en práctica gracias a los mecenas que encontró, principalmente en la provincia de Jaén, como la misma iglesia, y los nobles relacionados con la familia Molina, como Francisco de los Cobos y Molina. Entre sus obras más notables está la Sacra Capilla del Salvador, realizada en Úbeda sobre un proyecto inicial de Diego de Siloé, por encargo de Francisco de los Cobos. Tras esta obra, vienen muchas otras, como la capilla de los Benavides en el convento de San Francisco de Baeza, una obra maestra (por desgracia perdida en parte tras el terremoto de 1755); la intervención en la catedral de Baeza o en el Antiguo Convento de Santo Domingo de La Guardia de Jaén, el Hospital de Santiago de Úbeda o la mismísima Catedral de Jaén, considerada su obra maestra. El templo de Nuestra Señora de la Asunción de Villacarrillo fue una de sus primeras y grandes obras en la provincia de Jaén.Una de sus últimas obras, en las que muestra una gran pureza de estilo es el Hospital de Santiago, en Úbeda.
Interior Hospital de Santiago de Úbeda
Centrándonos en nuestra capital, cabe señalar su aportación a la Catedral de Jaén. El nuevo diseño para esta catedral, tras los diferentes fracasos de llevar a cabo una construcción gótica, harán que el nuevo Obispo de la Diócesis, Esteban Gabriel Merino, se decida a construir un templo nuevo, basado en los cánones del Renacimiento. A tal fin, en 1548, el cabildo catedralicio convoca a tres maestros: Pedro Machuca, Jerónimo Quijano y Andrés de Vandelvira, para discutir sobre la realización de la obra. Al final, en 1553, este último obtiene contrato de maestría de la Catedral de Jaén, aún cuando la primera piedra la colocó en 1551.
La Catedral de Jaén supuso el gran reto, y el gran éxito, del arquitecto, y ciertamente, aunque no llegó a terminarse hasta el siglo XVIII y el Sagrario a principios del XIX, sin embargo se siguió en buena medida el diseño planteado por Vandelvira. A su muerte recomendó al Cabildo que los trabajos fueran seguidos por Alonso Barba, fiel amigo y discípulo suyo. Los elementos del templo que son obra directa de Vandelvira, son los situados en la parte meridional del edificio: Sala Capitular, Sacristía, Portada meridional, Capillas y Cripta. En todos se expresa el estilo claramente renacentista, con el empleo original de los elementos clásicos que los grandes arquitectos italianos rescatan de Vitrubio.
Hay muchas más obras de las que se tiene sospecha de la participación de Andrés de Vandelvira, pero sin confirmación documental. Se sabe, no obstante, que a través de su directo colaborador Alonso Barba o de su hijo o de otros constructores menores de su época, influyó en la construcción de muchos edificios en la provincia de Jaén y las comarcas manchegas donde también estuvo.
En 1575 falleció, a los 70 años de vida. Es muy importante el legado que nos dejó el artista, sabemos que tuvo diversos tratados de arquitectura de los más importantes autores del Renacimiento italiano, de donde recogió conocimiento de la arquitectura de Vitrubio. También tenía obras en la línea del pensamiento cristiano reformista, no tolerado en esa época, pero que parece que influyó en la orientación de su vida, en la que la rectitud y el trabajo fueron baluartes determinantes de trayectoria como hombre ejemplar. De cualquier modo, Andrés de Vandelvira fue un auténtico espejo del espíritu renacentista, con un dominio absoluto sobre el arte de la estereotomía, el corte de la piedra según la más pura tradición gótica, supo diseñar el nuevo estilo renacentista, con ideas y concepciones innovadoras usando de su pericia como maestro cantero. Los elementos de siempre dispuestos según una nueva gramática arquitectónica. Prueba de las soluciones novedosas que aporta a los problemas que genera el nuevo estilo, es, no solamente el conjunto de sus obras construidas, sino un “Libro de Trazas”, firmado por su hijo Alonso, inspirado en la “obra de su padre”, donde se recogen con minuciosidad esquemas e instrucciones con la forma en que deben cortarse y montarse los componentes pétreos para todos y cada uno de los múltiples elementos que componen la obra arquitectónica: arcos, bóvedas, frontales, escaleras, etc.
El trabajo de Vandelvira no solo constituyó un eje de referencia para toda la arquitectura renacentista de la península ibérica, sino que también influyó notablemente en construcciones relevantes del Nuevo Mundo como ya comentamos en un apartado anterior.
foto Convento de Uclés: http://www.aache.com/monaster/cuenca_ucles.htm
foto Hospital de Santiago: http://blogs.ua.es/arquitecturacivil/author/arquitecturacivil/
foto Vandelvira y Catedral de Jaén: Archivo Seturja
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