domingo, 15 de febrero de 2009

EL BARRIO DE LA MAGDALENA

El barrio más antiguo de la ciudad se encuentra situado en la parte alta de la misma desde el cual se puede apreciar las mejores vistas del cerro y castillo de Santa Catalina. En el barrio de la Magdalena, se asentaron romanos y árabes, aprovechando el raudal de agua que provenía de un manantial subterráneo natural del subsuelo del cerro de Santa Catalina, abasteciendo a toda la ciudad, a cinco baños públicos y a numerosas huertas. La leyenda indica también que dicho raudal era la morada del famoso lagarto de Jaén, comentado con anterioridad.

En lo referente al templo, fue edificado sobre una mezquita árabe en el siglo XIII, conservando el patio de abluciones y el alminar. El estilo que se impondrá será el gótico isabelino para la adaptación de la mezquita a templo. La estructura la iglesia es cuadrada, aunque irregular. El interior está distribuido en cuatro naves, separadas por pilares con arcos ojivales, rematados con una cubierta con bóvedas de nervios. La portada principal, aparece consolidada con pilastras rematadas en flameros, en el centro se dispone un altorrelieve de estilo plateresco de la Magdalena penitente. A ambos lados lucen los escudos del obispo y cardenal Esteban Gabriel Merino. La torre-campanario fue ejecutada por el maestro Andrés de Vandelvira en 1.555, de planta cuadrada aunque rematada con un cuerpo octogonal. Destacan en su interior obras de gran calidad artística como El Calvario de Jacobo Florentino, el Cristo de la Clemencia de Salvador de Cuéllar (1.593) y María Magdalena de Mateo de Medina.

El Convento de Santa Úrsula, está adosado al templo de la Magdalena, es un convento modesto y sencillo que en su origen recibió el nombre de La Penitencia para acoger a las jóvenes descarriadas. El templo de este convento, es de una sóla nave con un exquisito artesonado mudéjar de madera. Entre sus obras devocionales destaca la imagen de Santa Rita realizada por Jacinto Higueras a inicios del siglo XX.

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