Durante la dominación musulmana existieron en Jaén numerosos Hamman (baños árabes). Eran locales públicos que servían como punto de encuentro, en los que se debatía temas de diversa índole: políticos, sociales o culturales que afectaban a la ciudad. Los baños constaban de varias estancias: patio de entrada, sala fría, sala templada y sala caliente. Eran baños de vapor, en ningún caso de inmersión. El calor era producido por unas calderas que calentaban agua, haciéndola circular a través de diversos conductos situados bajo el suelo y por las paredes.
En Jaén destacan los baños construidos en el siglo XI conocidos con el nombre de “Hamman al-walad”. Están situados en la actual plaza de Santa Luisa de Marillac, en el sótano del Palacio de Villardompardo. Prestaron sus servicios durante varios siglos, hasta que la ciudad fue conquistada por el rey Fernando III el Santo, en 1246. Se surtían del agua del gran raudal de la Magdalena. A finales del siglo XVI, D. Fernando de Torres y Portugal, conde de Villardompardo, hizo construir un palacio sobre estos baños, que quedaron medio enterrados con la cimentación de este edificio. En la segunda década del siglo XX fueron descubiertos, iniciándose una ardua labor de restauración, llevada a cabo por el arquitecto Luís Berges Roldán. En 1984 se le concede el galardón “Europa Nostra de Restauración”.
fotografía tomada de: www.javiermilla.es/arquitectura/index.htm
Video tomado del Área de Cultura de la Diputación Provincial de Jaén